jueves, 1 de diciembre de 2011

Dejen la vivienda en paz

El mercado de la vivienda tiene una tendencia natural a ser veleta. Procíclico. Crece por encima de la economía en expansión y decrece por debajo en crisis. Si el gobierno debe hacer algo, es estabilizar. En cambio, la política de la vivienda en España siempre ha echado “más leña al fuego” y ha tenido una falta de definición patente. ¿Se imaginan un mundo donde no se hubiera intervenido?
En ese mundo, en los años de boom, no habría habido una ley del suelo permisiva y los políticos no habrían evangelizado las bondades de ser un país de propietarios (lo que tiene efectos negativos sobre la movilidad laboral, por ejemplo). La deducción en la cuota del IRPF no habría existido y su efecto no se habría trasladado a precios, la burbuja sería menor. Habría habido menos transacciones, oferta de viviendas y negocios de construcción e intermediación que no cabían en el sector. Los ayuntamientos habrían tenido una financiación más diversificada y menos sensible al sector y quizás, sólo quizás, los ciudadanos y los bancos, al ver menos euforia, se lo pensaron dos veces antes de solicitar y conceder, respectivamente, préstamos de dudoso cobro. Voces “neutras” no habrían hecho creer que “la vivienda nunca baja de precio” y quizás, las tasadoras, no habrían sobretasado pisos para favorecer la concesión de hipotecas.
En ese mundo, ningún gobierno tuvo una política de la vivienda del tipo “me gustas un minuto”. Hoy me gustas y creo un Ministerio de la Vivienda. Se pasó el minuto, lo quito. Hoy me gustas y digo que voy a eliminar la deducción en el IRPF. Se pasó el minuto. Me desdigo. Hoy (5 años después) finalmente la quito, pero dentro de año y medio. Y claro, genero un “efecto llamada” (¡a comprar antes de que la quiten!). Pero cuando la elimino finalmente, ya sin esas compras avanzadas, las ventas se paralizan. Hoy digo que los precios se están estabilizando. Mañana que ya están bajando con fuerza. Hoy, ministra, di que no hay burbuja. Pero, si te vas, di que los precios ya bajan y lo que les queda.
En ese mundo, gobierno y oposición no utilizan la vivienda con fines electoralistas. El gobierno no intenta generar un nuevo “efecto llamada” con una bajada del IVA de 4 puntos durante 4 meses (coincidiendo con el periodo electoral). La oposición no dice que si sube al gobierno (y sabe que el ciudadano sabe que ganará) ampliará ese periodo un año más (así elimino tu “efecto llamada” y me lo asigno yo!). La oposición no habla de volver a una deducción que costó mucho quitar, que discrimina contra el alquiler y otras formas de inversión y cuyos beneficios se los apropian los vendedores.
¿Se imaginan ese mundo? It’s easy if you try.. Por favor:¡Dejen la vivienda en paz! Quizás así consigamos que cada año se inicien 300.000 viviendas (ni 800.000 como en 2006 ni 100.000 como ahora), que las transacciones sean más estables y que el sector tenga la relevancia que le corresponde, ni más, ni menos.

Publicado en La Vanguardia, 1 de diciembre de 2011

J

pd:la canción del post. "Don't stop me now". Casi nunca me emocionaron, pero siempre me divirtieron, y tuvieron a la mejor voz del pop-rock de la historia.

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