viernes, 30 de abril de 2010

La bolsa como paseo aleatorio

La teoría económica dominante ha sido que los mercados financieros son eficientes. Según esta teoría, los precios de los activos no pueden predecirse a partir de su pasado ni utilizando ninguna información públicamente disponible, que ya está descontada en el precio. Es decir, los activos se comportan como lo que conocemos como paseos aleatorios, donde la mejor predicción que se puede hacer del valor de un activo mañana es el valor de hoy, ya que en el precio de hoy ya está descontada la información de lo que pasará mañana. Este razonamiento deja en terriblemente cortoplacista-y basado únicamente en las desviaciones provocadas por la información imperfecta- cualquier análisis técnico bursátil.

Si aceptamos este planteamiento la única forma de ganar dinero sistemáticamente en la compraventa de activos es tener información privilegiada. Pero se supone que los inversores no disponen normalmente de esta información y que los bancos de inversión tienen una ventaja informativa que, por una comisión, compartirían con sus clientes. Es por ello, que la inversión en bolsa se aconseja que se haga de forma sistemática (por ejemplo cada dia 1 de cada mes se invierta una cantidad X) con la esperanza de obtener un buen rendimiento (los activos financieros tienen que rendir su riesgo) pero sin esperar ganancias multimillonarias porque para eso es necesario tener una información sistemática que, a priori, no se tiene (Burton Malkiel, Un paseo aleatorio por Wall Street).

Por tanto, todos los episodios de gran rentabilidad sólo pueden responder a: burbujas (las "puntocom" en el 2000, las immobiliarias hace años y, quizás, las medioambientales hoy), riesgos muy elevados o información privilegiada. En cuanto a este último aspecto, cabe desconfiar de los casos en los que la información privilegiada no viene por cauces privilegiados o minoritarios, si mucha gente tiene información privilegiada (que proviene, por ejemplo de gestores bancarios), ya no es privilegiada y es mucho más probable que se le esté sometiendo a lo que hizo Goldman con sus clientes. Goldman aconsejaba a sus clientes comprar títulos a precios desorbitadamente elevados, los empaquetaba en títulos, y luego centraba su inversión en apostar contra esos títulos. Un ejemplo de expolio al cliente que muestra que los bancos no están para hacer ganar dinero al cliente, sino para ganarlo ellos. Esta crisis también nos está dejando dudas sobre este concepto de los mercados eficientes.

J

pd:la canción del post. Sara. Bob Dylan. La grandeza de un grande se exhibe cuando más de cuarenta años después de crear una canción, una chica en la veintena con nombre de canción le recuerda a todo un fan de Bob en la treintena la belleza de estas notas. Una prueba más de que los clásicos no tienen arrugas

2 comentarios:

A. Jiménez Consultor de Banca dijo...

La primera parte del post estoy muy de acuerdo. La estrategia de invertir de una manera programada, la teoría del Dollar Cost Average, es un pilar clave a la hora de asesorar a alguien. Yo mismo la sigo de una manera disciplinada...
En cuanto a la segunda parte, no se pueden dar cosas por hecho o pensar que todos los individuos o entidades son de la misma condición; aunque si que es cierto que la gran mayoría de bancos no buscan hacer ganar dinero a los clientes, sinó más bien hacer dinero a su costa.

Unknown dijo...

Como buen asesor sabes que invertir de manera programada es la mejor si uno no quiere estar permanentemente pendiente (el autor del libro "Un paseo aleatorio por Wall Street" calculaba unas rentabilidades-no despreciables-para alguien que simplemente invertia 300$ el dia 1 de cada mes-)

Respecto al otro tema, debería de ser una anécdota, yo creo que los bancos buscan ganar ellos haciendo ganar dinero a sus clientes, pero al parecer últimamente todo está en tela de juicio.

J