lunes, 22 de octubre de 2012

¿Cuánto vale un gramo de credibilidad?

“Creo que te quiero, pero no estoy segura, no sé si te quiero como amigo o es algo más…”. Si esa frase la pronuncia tu pareja, eso es incertidumbre. La peor situación personal posible. La incertidumbre, se elimina con confianza, con credibilidad con actos que demuestran un “Te quiero hoy, mañana y siempre. Y voy a luchar por nosotros”. Pues eso que es válido para las personas, también lo es para las economías. Octubre de 2012. La prima de riesgo de España, que hace dos años apenas era de 100 puntos, continúa por encima de los 400 puntos (y no hace mucho rondó los 650). Ya saben, la prima de riesgo. Ese indicador que cuanto mayor es, mayores intereses debemos de pagar por nuestra deuda. Básicamente, porque no confían en nosotros, porque les generamos incertidumbres, dudas. Porque nuestros prestamistas creen que nuestro país puede tener problemas para pagar sus deudas y, por eso, para compensar el mayor riesgo de la operación, nos cobran un interés más alto. ¿Y por qué no confían en nosotros? Porque hemos perdido credibilidad. Y lo peor es que esa pérdida cuesta dinero. Pero, ¿Cuánto cuesta un gramo de credibilidad? Ahorramos unos 1.200 millones por cada 10 puntos básicos de reducción de la prima de riesgo. En el último año de gobierno socialista nuestra prima de riesgo aumentó unos 300 puntos. 36.000 millones. Véase: negación de la crisis, gastos electoralistas de dinero que había que ahorrar, política sin rumbo, desgaste, medidas en las que no creían, etc. Cambio de gobierno, los mercados le concedieron el beneficio de la duda. Bajó casi 50 puntos en los primeros días. Volvió la escalada hasta los 650 puntos. Otros 300 puntos. 36.000 millones más. Promesas electorales irreales. Medidas populistas abocadas a desaparecer (como la recuperación de la deducción por vivienda). Instauración de los viernes como día oficial de la marmota, el día de los decretos improvisados. Ese día en el que alguien se había dado cuenta de que la grieta era mayor y se sustituía el cuadro que la intentaba tapar, por uno más grande. Pero la grieta seguía ahí. Y la última, la más grave. La noticia dada a finales de 2011 de que en vez del 6% acordado para 2011 el déficit público iba a ser el 8% supuso, que luego se dijo que en realidad sería del 8.5% y luego que la cifra “definitiva” era el 8.9%, y ahora, sí que sí, “superdefinitiva” (¿?) será el 9.4%.¡Qué manera de perder credibilidad! Es verdad que otras instituciones tampoco han ayudado. Ni las CCAA (algunas falseando su cifra de déficit), ni el Banco de España (certificando la solvencia de Bankia), ni las propias instituciones de la UE con reuniones de alto nivel sin acuerdos, acuerdos grandilocuentes sin contenido, y la habitual jaula de grillos tras los acuerdos. Todos han echado una mano en erosionar hasta hacer desaparecer su credibilidad. Por suerte, la única institución europea que todavía tiene credibilidad es el BCE. Y la tiene porque hace lo que dicta su mandato, porque lo que promete lo hace. Habitualmente, las palabras de Draghi pueden tener efecto sin tomar ninguna medida concreta. Eso es credibilidad. Gracias al BCE la prima de riesgo se ha reducido más de 200 puntos. 24.000 millones. Como ven, la clave es generar confianza, huir de la incertidumbre, tener credibilidad. Pero eso es difícil porque la credibilidad cuesta mucho ganarla y se va en un suspiro. Pero nunca es tarde. Estimados gobernantes e instituciones, ¿Nos quieren? Demuéstrenlo. En la Vanguardia, 16-10 del 2012 J pd:la canción del post. La nuevo de Ben Folds Five, nunca decepciona. Clase. "Do it anyway"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen artículo!!! Me gusta seguir tu bloc. Cristina de Quirós

Unknown dijo...

Merci, Cristina!